lunes, 26 de enero de 2015

Sursum corda


En el diálogo que introduce el prefacio se prevén gestos que debe realizar el celebrante: cuando dice “El señor esté con ustedes” debe de extender las manos. Después, mientras dice “Levantemos el corazón”, el sacerdote debe elevar las manos que ya tenía extendidas. Una vez que el pueblo responde “lo tenemos levantado hacia el Señor” debe continuar con el prefacio con las manos extendidas.

Esto es lo que marcan las rúbricas. Sin embargo, es común que los sacerdotes al decir “demos gracias al Señor nuestro Dios” junten las manos e, incluso, que se inclinen un poco. Tal vez lo hacen para significar con ello el espíritu de humildad que hay en una acción de gracias. Hay que señalar que el Papa Benedicto XVI y el Papa Francisco realizan este gesto.


Sin embargo, en las rúbricas del misal no se prevé, sino que, por el contrario, se establece que deben de mantenerse las manos extendidas, y consecuentemente, el cuerpo erguido.

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