martes, 1 de abril de 2014

Herálidica de obispos

Decíamos que existen diferentes distinciones dentro del episcopado: el obispo a secas, el arzobispo y el cardenal. Estas diferencias se pueden ver en la heráldica.

Todos los obispos tienen derecho a tener un escudo de armas, y que es distinto en cada uno de ellos. Este escudo se acompaña por una serie de elementos que son comunes en todos los casos.

El primero es la cruz que va por detrás del escudo y asoma en la parte de arriba. En el caso de los obispos lleva un solo travesaño. En el caso del arzobispo lleva dos travesaños. Esto no es exclusivo de su escudo. También la cruz que se usa al inicio de las procesiones litúrgicas se usa con uno o con dos travesaños dependiendo de quien sea el celebrante.

El segundo elemento es el sombrero. Va por encima de la cruz y de él sale una serie de borlas que caen a los lados del escudo. En el caso del obispo es de color verde, y lleva 12 borlas (6 por lado). En el caso del arzobispo es de color verde, y lleva 20 bolas (10 por lado). En el caso del cardenal es de color rojo y lleva un total de 30 borlas (15 por lado).

Todo esto se encuentra regulado en una normatividad expedida por el papa San Pio X, de 21 de febrero de 1905.

El sombrero y las borlas del obispo y del arzobispo son verdes, porque éste es un color episcopal y no solamente el violeta. El cordón del que cuelga su cruz pectoral cuando visten el hábito coral tiene trenzados los colores verde y dorado, mientras que el cordón cardenalicio es dorado y rojo.


La próxima vez que vean una hoja de un obispo membretada, o pasen frente a un monumento o una construcción que tenga grabado un escudo, podrán saber si el obispo que mandó a hacer esa construcción o que firma la carta es cardenal, arzobispo u obispo, fijándose en los travesaños de la cruz y en las borlas que cuelgan del sombrero.



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